14 agosto 2006

Mediocridad

La mediocridad es algo de lo que la mayoría de la gente huye, es algo que nadie quere ser.
Sin embargo... malas noticias, igualmente nadie quiere ser pobre, y mejor no hablamos de estadísticas.
Para mí ser mediocre está muy relacionado con la parábola de los talentos.
Estamos muy acostumbrados a valorar todo, a tasarlo. Judgamos a las personas contínuamente. Hay gente que judga a los demás por lo que dice, por como visten,... otros prefieren eso de "por sus actos los conoceréis", porque creen que las palabras se las lleva el viento.
Mi forma preferida de judgar a las personas es la que está relacionada con la parábola de los talentos.
Seguro que estáis pensando que cómo yo, una persona tan aparentemente anticlerical, puedo seguir una cosa tan aparentemente católica.
Las apariencias engañan. Las enseñanzas son enseñanzas, y las iglesias son las iglesias. En Ha habido y habrá otras ocasiones para hablar de jaurías de golfas, pero no hoy.
El ser humano tiene una cantidad alucinante de potenciales, pero dentro de las posibilidades, cada individuo nace con una carga (genética, kármica, llamadla como prefiráis) y un entorno muy determinados. Llamad a todo este conjunto talentos, y ya lo tenéis.
No se puede judgar a nadie por lo que dice, ni por lo que hace, ni por lo que es.
Lo realmente importante, es la diferencia que hay entre lo que era y lo que es ahora, lo que ha sido capaz de transformar.
La persona mediocre es la que se conforma, la que no desarrolla todo su potencial.
Es mucho más fácil conformarse cuando se está por encima de la media, así que... tened cuidado, grandes intelectos, porque puede que sin daros cuenta estéis siendo mucho más mediocres que esos que andan por ahí sin destacar, que han sido capaces de transformar una gran mierda en una semimierda medianamente aceptable.
¿No es mucho más mediocre nacer bastante lúcido y quedarse ahí?... ¿Cómo lo véis?
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2 Comentarios:

At 10:12 p. m., Anonymous Anónimo dijo...

El juicio con más valor de todos es el que nos hacemos a nosotros mismos, y el mejor criterio a seguir es el que dices... al menos es el que yo intento usar siempre.

Eso sí, juzgar a los demás suele tener un caracter inmediato, y hacerlo basándose en evoluciones requiere mucho tiempo.
Por eso una cosa es "juzgar" a alguien por lo que dice, hace o es (sobre todo si lo dice/hace/es constantemente) y otra cosa es juzgar a alguien por cómo evoluciona; lo cual requiere casi toda una vida.

Repecto a la mediocridad, una frase que me encanta:
"Sólo una persona mediocre está siempre en su mejor momento." :P

 
At 9:12 p. m., Blogger Salva dijo...

Efectivamente, juzgar a los demás basándose en evoluciones requiere mucho tiempo, de lo que se deduce que no se puede hacer un juicio de caracter inmediato. Mmmm... interesante.

 

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